Después de varios intentos, ya está aquí. Lo buscaron primero los eurodiputados solicitando la intervención de la UE ante una amenaza militar muy acojonante. Luego vino el pánico por los F-18 bombardeando la comarca. Pronto se vio que eran excusas patéticas. Pero ahora la cosa va en serio: el Proyecto Wert (así hay que llamarlo, por lo visto) es un ataque frontal al catalán, el mayor desde 1978. Como es habitual, los catalanes, con ese gesto de falsa indignación que tan bien ejecutamos, nos hemos lanzado a opinar con furia e indignación, para lo que no es necesario haber leído el Proyecto (¡faltaría más!). Esta carta, por ejemplo, que es pura mentira. Qué más da ¿no?, lo importante es que ya tenemos casus belli.
El Wertproyecto es confuso, ideológico (esos guiños a la curia) y no va a arreglar un sistema educativo irrecuperable. Pero ¿alguien -si puede ser, que haya leído el texto- me puede decir por qué supone un ataque al catalán? Todo lo contrario.
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