lunes, agosto 03, 2009

Catalanofobia


Espanya nos odia. Desde hace más de tres siglos, Espanya nos odia. Y ahora, más. El ‘finançament’ ha exarcebado la ola catalanofóbica hasta límites insoportables. No faltan voces que denuncian la situación, y proponen soluciones efectivas, como el Sr. Puigcercós. Incluso, desde fuera, el Sr. Chaves se ha alineado con Cataluña.

A este propósito, nuestro historiador de cabecera, Joan. B Culla, ha escrito recientemente un artículo en El País en que demuestra la catalanofobia pertinaz de nuestros intelectuales a lo largo de los siglos.

Visto el panorama, hasta Montilla se ha visto obligado a intervenir.

Lo siento, chatos, pero no cuela.

La catalanofobia que pueda haber (que la hay), no es nada en comparación con la hispanofobia que se practica diariamente en Cataluña. Hay un periódico, el Avui, que cada día (sin excepción) dedica, al menos, dos artículos de opinión a criticar a España. A veces son cuatro o cinco. Los articulistas más destacados e insistentes son Vicent Sanchís, Iu Forn, Isabel Clara-Simó, Patricia Gabancho, y, el a veces brillante, Salvador Sostres.

En La Vanguardia, tenemos también dos o tres articulistas (Francesc Marc Álvaro, a la cabeza) que habitualmente dedican sus comentarios a criticar España.

En las tertulias de RAC-1, la emisora de Godó, se denosta sistemáticamente todo lo que huela a español. Lo mismo sucede en Catalunya Ràdio.

Por no hablar de TV3, la nostra, para la cual Espanya es un país diferente (e inferior, of course) a Cataluña.

Los políticos catalanes, que basan su discurso exclusivamente, en la catalanofobia, merecerían un capítulo aparte.

Pondré un ejemplo. Es absolutamente imposible que este artículo de Salvador Sostres se publicara en ningún medio estatal (para usar su terminología). Me he tomado la molestia de cambiar las palabras España y español por Cataluña y catalán; y el efecto es sorprendente:

“Catalunya és el tercer món sense remei, la cabra eterna, la misèria que ha arribat a tots els tics del seu costumisme, a tots els escenaris de la seva vida pública i a tots els racons de la seva ànima. De vegades algun català em retreu que em senti superior per ser espanyol. Esclar que em sento superior als catalans, estem diversos graons per sobre en l'escala evolutiva. Hem sortit de la cova i tenim altres arguments que els d'afirmació genital i el cop de pedra. No vivim de robar els altres pobles, ni d'exterminar-los. Som superiors. La llibertat és la nostra esperança i el vostre pitjor malson".

Que no me hablen, pues, de catalanofobia. Aquí, en Cataluña se ha creado una corriente de opinión generalizada, a la que nadie pone freno, dedicada sistemáticamente a la crítica a Espanya. Espanya nos roba, Espanya es un país atrasado y corrupto, los españoles son unos cazurros, la culpa de todo la tiene Espanya, en Cataluña gestionamos mejor las cosas, etc, etc, etc.

En fin, que lo están consiguiendo. La murga constante de los paladines de la hispanofobia va a lograr que me convierta un catalanófobo de manual. Me acusarán de autoodio, acusación de la que, a esta alturas, sólo puedo estar orgulloso.

6 comentarios:

Funes dijo...

Mercutianamente:

goslum dijo...

Ben dit (o seas)

Anónimo dijo...

Buen artículo neng.
Bien escrito y bien argumentado.
Progresas adecuadamente.


Eskimal

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Como muestra, ved la cantidad de eufemismos que se utilizan en los telediarios de 'la nostra' (si no eres del Far$a y esquerrano, está claro qu noes 'la teva') con tal de no pronunciar el nombre de España. Sólo lo hacen cuando la noticia es negatifa.
Hala.

Semental Perico (y 2)

Anónimo dijo...

Autoodio?
Yo sólo quiero que mi país me quiera como yo le quiero.

Johnny

Anónimo dijo...

Cuando el río suena es que agua lleva; cierto que hay sectores de la Cataluña más nacionalista que hacen comentarios exacerbados, totalmente salidos de tono y claramente dirigidos a fomentar la confrontación y con una intención final electoralista, pero no están exacerbados también los ignorantes y provocadores que por ejemplo dicen que somos unos insolidarios y unos ladrones? Francisco, sí, la autocrítica es buena, pero también lo es la autocrítica como español, la de reconocer que de siempre ha habido un odio ancestral de nuestros "compatriotas" hacia lo catalán, y que alguna responsabilidad de todo ésto "ellos" tendrán. Nunca veo una comentario tuyo refiriéndose a los agravios en sentido contrario, y que algunos de ellos sí son verdaderamente importantes, como el de la mala financiación, que se ha corregido algo, cierto, pero del que hemos sido víctimas todos los catalanes. Ay Paquete, me parece que tu amor ciego a los colores de la rojigualda te pierde! En fin cada uno puede escoger sus patrias, no?

Saludos,

Ferran